Antonio Aguilar y Vela fue un destacado astrónomo y científico español del siglo XIX, cuya contribución al desarrollo de la astronomía en España sigue siendo significativa en la actualidad.
Nació el 20 de noviembre de 1820 en Madrid. En su juventud emigró a Francia por motivos políticos y allí continuó su formación, estudiando matemáticas y física en el Colegio de Angulema. Tras su regreso a España en 1845, se dedicó al estudio privado y enseñó matemáticas en la Universidad de Valladolid y en la Universidad de Santiago.
En 1847 recibió el encargo de estudiar astronomía con Eduardo Novella, y viajaron por Europa para adquirir conocimientos y experiencia en diversos observatorios astronómicos. En 1849 fue nombrado catedrático de astronomía de la Universidad Central de Madrid y más tarde director del Observatorio Astronómico y Meteorológico de Madrid.
Aguilar y Vela fue también miembro activo de la Real Academia Española de Ciencias, de la que fue secretario desde 1861. También se doctoró en Ciencias y fue inspector general de Instrucción Pública.
Su labor como investigador y gestor de la astronomía en España tuvo un impacto significativo en el desarrollo de la comunidad científica del país, y sus logros científicos siguen inspirando a investigadores de todo el mundo. Antonio Aguilar y Vela falleció el 5 de julio de 1882 en Madrid, dejando un rico legado científico.
Aunque Antonio Aguilar y Vela realizó importantes contribuciones a la astronomía durante su carrera, su trabajo también tuvo un importante impacto en el desarrollo de otros campos de la ciencia y la educación en España. Su labor docente en la universidad y su liderazgo en el observatorio contribuyeron a la formación de una nueva generación de científicos e investigadores en el país.
Debido a su cargo en la Real Academia de Ciencias, Aguilar y Vela pudo relacionarse activamente con otros destacados científicos y científicos-astrónomos de la época, lo que facilitó el intercambio de conocimientos e ideas y estimuló la investigación científica en el país.
Además, su participación en asuntos públicos y gubernamentales, como Inspector General de Educación Pública, muestra su deseo de aplicar sus conocimientos y experiencia para el bien de la sociedad en general.
Así pues, Antonio Aguilar y Vela no es sólo un destacado astrónomo, sino también una figura importante en la comunidad científica y educativa de la España del siglo XIX. Su legado sigue inspirando a investigadores y científicos de todo el mundo, y sus contribuciones permanecen indelebles en la historia de la ciencia española.